miércoles, 17 de diciembre de 2008

Rozar el silencio.

Rozar el silencio de la poesía ausente como un milagro eterno de quien sueña consciente en universos como pompas refulgentes de ternura de ser.

Así eres.

No te des la vuelta.

No mires más a la nada.

Sólo eres poesía que abraza la mañana.

Tu rostro lloro palabras de pensamientos arrancadas de quien pregunta '¿por que?' Y respuesta no halla.

Ya no estas sola.

Ya no es necesarias más lágrimas que aquellas que desciendan para iluminar tu alma.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

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