Amar es orar a un vacio infinito que se sucumbe en un destino de irrealidad.
Por eso es nuestra continua negacion.
Negamos orar y sobre todo negamos y nos negamos amar.
Amar es contrario a ¿Por que?
Como se puede responder a la vacuidad infinita de un verbo que al mismo hecho de ser pronunciado ya te comienzas a alejar.
Ahora la Luna se ha convertido en la realidad efimera del profundo sentido admitido de lo que es libertad.
Libertad unica osada en la consciencia de la meditacion que lleva a la eternidad.
Una de las ideas mas claves es orar en la palabra es soñar.
Soñar es admitir el vacio como posibilidad si lo haces con los ojos abiertos y lo atisbas desde la posible imposibilidad.
Hoy has venido a mis palabras, ya conoces mi no_yo.
Mi no_yo es la tristeza que no ha sabido encontrar el camino de mi interior y se pierde deambulando por colinas oniricas en la distancia que existe entre cerrar los ojos y sentir la luz.
Alli, donde duerme una niña y un poeta puede sonreir.
Respira tan lento que puedas respirar.
Respira lento que... ahora quiero, que te vayas a meditar, a ser silencio, a ser vacuidad.
Tan solo te ruego que permitas una sonrisa, a tu rostro iluminar.
Medita..., yo me alejo.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
viernes, 19 de diciembre de 2008
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