viernes, 26 de diciembre de 2008

luz en la penumbra de la nostalgia.

Es posible la luna.

La noche es un sueño del día.

El día es la duda de la mañana que anhela la penumbra y quiere volver a la nada.

Muchas veces quieres volver a la nada. Faltan entonces muchas palabras. Y sobran los sonidos.

Me cuesta tanto entender lo que siempre he comprendido y allí nada puede ser si tu no estas contigo.

Ahora hay un mensaje triste en la espera pero cargado de una profunda verdad y de una infinita consciencia. Ahora la realidad espera el amor. El amor como sinónimo de existencia. El amor como la existencia misma. El amor como la máxima expresión de ella. Y, ahora que es necesario un paso más adelante, un solo paso, y el universo espera a que quieras darío.

Se que a veces es muy vacío esto. Se que es muy difícil afrontar el infinito peso que eso conlleva, pero en ese camino está sola mi soledad. Mi soledad y yo y mi hambre de verdad.

Verdad, existencia, amor. Estos términos, traducido del idioma de nuestros ancestros son el mismo objeto pero con distinto término.

Verdad, existencia, amor. Estos términos es la verdadera experiencia de la misma razón. Todos aceptamos la existencia, dudamos de la verdad y nos cerramos al amor.

Algo que es lo mismo, no se entiende o no se acepta. Y el corazón está triste de la más profunda pena que es negar en la existencia amor como la misma esencia.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario