La piedad del amor vulnerado en el sueño que no ha sido, en la verdad dormida, en el silencio infinito.
¿Como hablar de amor, si aun no te has dormido?
Quieres despertar del sueño que te atenaza y tu rostro de niña es la ternura permanente del que nada encuentra.
El infinito esta en ti.
No es mio.
No me pertenece, soy solo el espejo de el sonrojo del que ve por primera vez un angel roto en el silencio de su propio ser.
Eres tan hermosa que me has hecho volver a creer.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
viernes, 26 de diciembre de 2008
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