Todo lo importante sucede en silencio.
El silencio es el monumento del sonido al infinito.
Para mi, ese infinito está en ti.
Se esconde allí donde tu piel es una extensión de la ternura o, donde un poeta roza la metáfora para pronunciar tu nombre de otra forma.
Esa eternidad es la mas bella lágrima.
En ti descendió el silencio por tu rostro.
La verdadera unidad de la eternidad a la vida es tu cuerpo. Pero, tu cuerpo se concentra en un silencio que se llama oración.
La oración constante es observarte como, cuando te olvidas de ti y sueñas tu esencia y la esencia está en ti en la palabra poética de la metáfora sin fin.
Ahora cierra los ojos.
Vamos a soñar.
Soñar es fe. La creencia ilógica de que lo improbable sucederá.
Yo me lo creo, tu eres esa improbabilidad para muchos de que la ternura se convierta en la certeza de poderte contemplar.
Permite la poesía en tu alma sin que importe lo que dirán.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
lunes, 22 de diciembre de 2008
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