La meditacion es la duda que duda del creer.
Asi sera tu ser quien alumbre tu camino.
Yo me ire.
Me ire al viento de la noche de la emocion.
La emocion en el vacio donde surge amor e inteligencia en profunda oracion.
Esta noche duerme la luna alli donde medita el amanecer.
Respirar es ser silencio en el viento.
El viento es el pasar del espiritu que se niega a ser ayer y huye de la circunstancia de tenerse que detener.
Y tiemblan tus manos en el extasis de la vibracion.
Y se derrama una lagrima igual que la penumbra baña la mañana para descender en la luz que se abre blanca.
Son meditaciones para tu alma, es el infinito destino quien te acompaña igual que una palabra sostenida en la divinidad.
Y si el pasado no llama a tu puerta es porque dentro se encuentra, y alli derrama la nostalgia de la poesia que te pertenecia.
Entender el amor como unica constancia y verdadera redencion de todo lo vano y superfluo que se adelanta al prematuro sentir de que es posible tener una esperanza mas alla de la siguiente mañana.
Un poema y una lagrima.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
viernes, 19 de diciembre de 2008
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